Ford mondeo 2020

Versiones Ford Mondeo

Mondeo SEL

Resumen

Versión base de caja automática. Incluye multimedia, apertura sin llave, cámara trasera, encendido automático de luces y techo solar. ESP y 8 airbags.

Mondeo Titanium

Resumen

Versión full de caja automática. A la versión SEL le suma control de crucero adaptativo, estacionamiento asistido y seguridad activa.

El Mondeo es un sedán de proporciones llamativas y un diseño muy elegante alejado de grandes estridencias. Siguiendo la tendencia del resto de la línea Ford, el restyling de 2018 produjo notables cambios estéticos en la parrilla, el paragolpes delantero, las luces antiniebla, las luces traseras y el soberbio diseño de llantas. La forma hexagonal en la parrilla y las ópticas rasgadas son atributos característicos de los Ford actuales, aunque en este caso se ve muy inspirada en los deportivos de Aston Martin. En su conjunto la trompa otorga una vibra agresiva pero a la vez bastante seductora. Algunos detalles de terminación que lo realzan son su parrilla cromada, y el spoiler sobre el baúl. Se trata de un auto distinguido con un muy leve toque deportivo.
El Mondeo viene equipado con un potente Motor turbonaftero Ecoboost 2.0 de 4 cilindros y 16v con inyección directa y 240CV de potencia. La caja es automática secuencial de 6 velocidades y convertidor de par. La versión Titanium viene con levas al volante. La tracción es 2WD delantera.
Semejante motor da sus resultados: acelera de 0 a 100 km/h en apenas 7,2 segundos y alcanza una velocidad máxima de 240 km/h. La frenada también es descomunal, bajando de 100 a 0 km/h en apenas 37,7 metros. El consumo de combustible en ruta es de 7,3 litros cada 100 km a 100 km/h y de 8,9 yendo a 130 km/h. En ciudad el promedio asciende a 11,6 litros cada 100 km. Prestaciones más que adecuadas para un motor y un auto de esta magnitud.
El Mondeo está diseñado para viajes largos en ruta en absoluto silencio y confort. Esto va en detrimento de la fidelidad de sensaciones desde el auto hacia el conductor, acolchonando los movimientos y disminuyendo el feeling deportivo que proveía la generación anterior del Mondeo. La caja nueva es un poco más lenta que la powershift de la anterior generación, aunque las diferencias se notan más bien en condiciones de conducción extremas. El uso normal no registra mayores diferencias. La dirección se va adaptando a las condiciones de manejo: liviana a baja velocidad, se vuelve más directa si se maneja a buen ritmo. Por su gran tamaño y bajo despeje puede ser un poco incómodo en ciudad, tanto en la maniobrabilidad como en los toques del carter.
La gran distancia entre ejes garantiza confort para cinco pasajeros adultos. Tanto los asientos delanteros como los traseros tienen un diseño ergodinámico, lo que representa un gran plus. La posición de manejo se ve beneficiada por la versatilidad de la butaca del conductor, que cuenta con múltiples ajustes eléctricos, tres memorias de posición, y se puede calefaccionar o refrigerar (versión SEL: solo calefaccionar). Lo que sí, la banqueta es un poco corta. Además, el volante es doblemente regulable (altura y profundidad). En las butacas traseras sobra espacio para las piernas, aunque la quinta plaza no resulta óptima. Previsiblemente, el baúl es muy espacioso.
La versión SEL arranca de base con apertura de puertas y arranque sin llave, cámara de estacionamiento trasera, sensor de estacionamiento trasero, encendido automático de luces, regulación eléctrica de asientos delanteros y techo solar eléctrico. Nada mal. La versión Titanium suma un sistema de estacionamiento asistido y control de crucero adaptativo con sistema stop&go.
El volante cuenta con una enorme cantidad de funciones. Se pueden controlar todos los comandos de manejo, climáticos y de multimedia prácticamente sin sacar las manos de la dirección, ya sea con botones como con instrucciones de voz. Ofrece muchos atajos recomendables para no tener que operar la pantalla central, que distrae de la conducción si se la quiere operar directamente. El tablero ofrece una solución innovadora, con velocímetro analógico al centro y dos pantallas digitales con todo tipo de información a los costados. En su conjunto, el instrumental es sumamente tecnológico pero algo complicado de operar. El sistema multimedia cuenta con pantalla central táctil 8’’ con conectividad USB, auxiliar, SD, RCA y conector 12 voltios. ¡Ah! Y un enchufe de 110 voltios en plazas traseras, que permite cargar el celular directamente, sin adaptador.
Como corresponde a un auto de esta gama, la tecnología de seguridad es impecable. Desde la versión SEL ya se puede contar con control de estabilidad, control de tracción, control de torque en curvas, asistencia de arranque en pendiente, alerta de presión en neumáticos, ganchos isofix, y 8 airbags. La Titanium suma 2 airbags de cinturón traseros (totalizando 10!), freno autónomo de emergencia con detección de peatones, sistema de información de punto ciego y tránsito cruzado y alerta de cambio de carril con corrección automática y alarma de fatiga.
Tal como está planteado, el Mondeo supone una excelente alternativa a los top3 alemanes de alta gama, solo que con un precio inferior. Allí radica su principal atractivo. Más allá de que quizás pierda en algunos detalles, la prestación general en cuanto a motorización, confort interior, tecnología de seguridad y equipamiento son los de un auto premium que no tiene tanto que envidiarle a un Mercedes o a un BMW. En este sentido, es ideal si soñás con una experiencia de conducción premium pero no te alcanza el dinero – o no te animás – al gran gasto que representa comprar un sedán de primera línea. Con esa expectativa, con el Mondeo no hay decepción posible. Resta saber si esta competitividad teórica se consolida en un buen rendimiento de ventas sostenido en el tiempo, algo que el Mondeo hasta ahora nunca logró en nuestro mercado, aún siendo el líder de su segmento.