Nissan march 2019

Versiones Nissan March

March Sense AT

Resumen

Versión intermedia con caja automática. El equipamiento es el mismo que en la versión Sense manual.

March Active

Resumen

Versión base con caja manual. Tiene aire acondicionado, cierre centralizado, computadora de abordo, radio y levantavidrios eléctricos delanteros.

March Sense MT

Resumen

Versión intermedia con caja manual. Suma controles de audio en volante, multimedia de 6,75' y levantavidrios eléctricos en las 4 puertas.

March Advance AT

Resumen

Versión tope de gama con caja automática. El equipamiento es el mismo que en la versión Advance manual.

March Advance MT

Resumen

Versión tope de gama con caja manual. Incorpora asistencia de estacionamiento con cámara trasera y climatizador automático.

Sobradamente por debajo de los 4 metros de largo, el March es uno de los autos más compactos de su segmento. Una primera impresión rápida lo presenta como un auto corto, comprimido, redondito. Dentro de un diseño genérico que no da para grandes emociones, es un auto relativamente moderno y por momentos atrevido. En el frente destacan sus ópticas elevadas, montadas bajo unas atractivas nervaduras laterales que le dan nervio al capot. Se observa también una doble parrilla con agradables detalles cromados. El remate trasero es un poco más “low-cost”, con un diseño lógico, armónico, pero olvidable. Más allá de sus méritos, quizás vaya siendo hora de meterle un nuevo restyling – o directamente traer la 5ta generación europea de Nissan Micra – a una configuración que ya se apresta a cumplir seis años.
Cuenta con un motor naftero de 1.6 litros de 107 CV, cuatro cilindros y 16 válvulas, de buen empuje a bajas revoluciones y prestaciones correctas. La transmisión manual disponible en las tres versiones es de cinco marchas, mientras que la caja automática (versión Sense y Advance) solo tiene cuatro. La tracción es delantera.
Gracias a la ligereza de la carrocería, el motor no necesita desarrollar mucha potencia para lograr acelerar de 0 a 100 km/h en unos 9 segundos, garantizando una buena agilidad de marcha. La velocidad máxima es de 182 km/h y la distancia de frenado yendo a 100 km/h es de unos no tan buenos 43 metros. Los consumos de nafta son relativamente económicos, aunque estándares para este tamaño y peso del vehículo: 9 litros cada 100 km en la ciudad; 6,8 y 8 litros cada 100 km en ruta a 100 y 130 km/h respectivamente.
Por sus características, el March reúne varias condiciones para la circulación en ciudad. Su reducido tamaño, casi de city-car, brinda una maniobrabilidad óptima en el tránsito denso y permite estacionar con gran facilidad en lugares que otros autos no entran. Además, su elevado despeje contribuye a evitar golpes y roces contra el suelo, sin importar cuán irregular sea éste. Como frutilla del postre, tiene un excelente radio de giro, que permite dar virajes de 180 grados en espacios estrechos. Eso sí: las suspensiones – el otro factor clave – son quizás un poco duras para la conducción urbana. Esta característica, no obstante, lo favorece en la ruta. Logra buen apoyo y adherencia en los cambios de dirección, transmitiendo seguridad aún sin control de estabilidad. Esto significa que puede utilizarse sin problemas para viajes largos, siempre y cuando no le exijamos más de la cuenta.
El habitáculo destaca por su alto nivel de visibilidad exterior, lo cual siempre es un factor positivo para la seguridad de la conducción, El diseño del panel es sobrio, monótono y no muy llamativo, a excepción quizás de los controles del climatizador dispuestos en círculo. Si bien por dentro el March no es precisamente espacioso, está diseñado para que todos los ocupantes viajen con la comodidad suficiente. La posición de conducción permite la regulación en altura tanto de la butaca como del volante, mientras que en las plazas traseras dos adultos pueden viajar sobrados de espacio. El baúl, siendo un modelo hatchback, es limitado, pero las butacas traseras son rebatibles para aumentar el espacio.
El March apunta a un mercado relativamente low-cost y los accesorios van en consonancia. El equipamiento de serie es bastante reducido: cierre centralizado y computadora de a bordo, además de una práctica función que alerta cuando olvidamos las llaves puestas o las luces encendidas. La versión Active ni siquiera trae cierre centralizado a distancia ni levantavidrios eléctricos traseros. Los “chiches” más avanzados se encuentran en la versión Advance, que trae climatizador automático y cámara de estacionamiento trasera.
El tablero del March es verdaderamente minimalista, sin un diseño particularmente atractivo que lo compense. Tiene velocímetro y cuentavueltas analógicos y una pequeña pantalla digital algo anticuada. Mientras que la versión Active trae una radio básica con CD y entradas auxiliares, las otras dos versiones incluyen un completo combo multimedia: pantalla de 6,75’’ táctil, Bluetooth, comando de voz y compatibilidad con Android Auto y Apple Car Play.
Las funciones de seguridad también son algo reducidas. Este rubro sufre bastante, para empezar, debido a un clamoroso faltante de control de estabilidad, una función clave que el mercado demanda cada vez más. Tampoco es generoso con los airbags – solo trae dos – ni con los cinturones de 3 puntos, que solo están disponibles en cuatro de las cinco plazas. El combo de frenos sí está completo, con sistema ABS con EBD y BA y también cumple para con los más pequeños de la familia, con ganchos isofix en toda la serie.
El March se ubica en una franja muy estandarizada – autos accesibles del segmento B – pero que goza de la preferencia absoluta del público argentino. Ahora bien: para un segmento que ocupa consistentemente el top10 de ventas de autos, el March tiene una performance “del montón”, con patentamientos muy por debajo de sus competidores. La explicación quizás tenga que ver con un diseño algo desactualizado, pocas variantes de gama e importantes carencias en cuanto a la seguridad. Es decir, dentro de un segmento que apunta bajo, el March apunta al mínimo. El mercado se está moviendo y ya hay marcas que ofrecen más prestaciones por precios similares. Sin ir más lejos, el Toyota Etios – rival directo y uno de los autos más vendidos del país – cuenta con control de estabilidad de serie desde 2017. A favor, hay que reconocerle un título: es el auto con caja automática más barato del mercado.