Ford focus 2019

Versiones Ford Focus 5P

Focus 5P S

Resumen

Versión base con caja manual. Cuenta con espejos exteriores y levantavidrios eléctricos, detector de lluvia y control de estabilidad.

Más allá de su mayor tamaño y porte, el Focus guarda ciertas semejanzas con sus “hermanos menores”, el Ka y el Fiesta. Da la impresión de que, en términos de diseño, Ford apostó por una continuidad conceptual; esto favorece el desarrollo de un estilo de marca pero les quita identidad a los modelos individuales. Se nota especialmente en la forma final de la carrocería y en la evolución estética de la parte frontal. Los cambios que el último restyling del Focus aplicó en este sentido son casi calcados de los que usó para el fiesta: parrilla frontal trapezoidal, ópticas rasgadas y capot con nervio central. Lo bueno de esta estrategia es que si te gusta uno, te van a gustar todos.
El Focus arranca de base con un Motor nafta 1.6 Sigma de 125 CV. A partir de la versión SE, incorpora el 2.0 Duratec de 170 CV que también equipa a las versiones tope de gama de la EcoSport. Por sus características - inyección directa y distribución variable – el motor otorga muy buena potencia. La caja de transmisión es manual de 5 marchas o automática powershift de 6 velocidades, con doble embrague y una sexta bien larga que permite ir a 130 km/h a solo 2900 vueltas. La tracción es delantera.
Las altas prestaciones mecánicas se advierten en los indicadores: aceleración de 0 a 100 km/h en 9 segundos y una velocidad tope que alcanza los 211 km/h La distancia de frenado a fondo de 100 a 0 km/h perfora por debajo del estándar de 40 metros, aunque por poco: 39. Es una performance espectacular por donde se la mire, probablemente potenciado por sus frenos de disco en las cuatro ruedas a partir de la versión SE. El consumo de combustible en ruta es bastante eficiente: 6,5 litros cada 100 km a 100 km/h y 8 litros a 130 km/h. En ciudad el promedio de consumo asciende a 12 litros en igual distancia recorrida.
El Focus se destaca por ser un auto que verdaderamente se disfruta al manejar. El conjunto de sensaciones agradables y adecuadas que transmite en toda condición de tránsito logran una estabilidad perdurable: la sensación es que uno no se cansa nunca de manejar. Esto es un atributo importante para quienes amen hacer largos viajes en ruta o, simplemente, hagan un uso intensivo del auto particular. Este comportamiento excepcional tiene un secreto: el eje trasero con brazos independientes, una característica típica de algunos SUV que el Focus incorporó ya desde la 1ra generación. Esto ayuda a que las características irregulares del terreno no se trasladen a la butaca, manteniendo el confort en todo momento. Pero no es todo: la dirección es muy rápida, con buen apoyo en curvas y ante súbitos cambios de dirección. En ciudad el andar es suave y muy maniobrable en el tránsito. Por su buen despeje y el perfil de los neumáticos, no es de tocar las zonas inferiores de la trompa. En contrapartida, podría decirse que la respuesta del motor en baja y el selector de la caja automática son algo lentos.
Los diseños y terminaciones interiores son cálidas y agradables, de buena calidad y con bastantes materiales blandos. La postura de manejo ideal es fácil de encontrar, gracias a la regulación eléctrica de la butaca y la doble regulación del volante. Este confort se ve aumentado en las versiones más altas gracias al selector de cambios secuencial que incorpora levas al volante. La posición en las plazas traseras es menos espaciosa, sobre todo para la cabeza, y las butacas no tienen un diseño muy ergonómico.
La apuesta de confort para la versión S (base) incluye prestaciones relativamente sofisticadas que otros autos reservan para gamas más altas: espejos exteriores eléctricos, levantavidrios eléctricos, detector de lluvia y asistencia de arranque en pendientes. La versión SE suma bastante más: cámara de estacionamiento trasera, climatizador automático de doble zona, control de velocidad crucero con limitador de velocidad, frenos a disco en 4 ruedas. Para mayor confort, la versión SE Plus incorpora sensores traseros de estacionamiento, techo solar eléctrico, encendido de luces automático, navegador GPS y sistema de estacionamiento asistido. Para la versión Titanium se reservan los accesorios más premium: nivelación automática de luces, lavafaros oculto, sistema de arranque y apertura de puertas sin llave, 6 ajustes de butaca eléctricos y sensores delanteros de estacionamiento.
El tablero contiene la información tradicional: velocidad, cuentavueltas, nivel de combustible y temperatura del motor, además de la pantalla de la computadora de abordo. El volante cuenta con comandos para computadora de abordo, multimedia y control de velocidad crucero. A partir de la versión SE, la central multimedia cuenta con sistema Sync3, con pantalla táctil. La Titanium incorpora además un sistema de audio SONY muy potente, de 9 parlantes hi-fi.
Hay que decirlo: el Focus es el auto con mejores prestaciones de seguridad del Mercosur, y uno de sus principales argumentos de venta. Para empezar, y siguiendo una filosofía transversal a todos los modelos de Ford, el Focus cuenta con control de estabilidad y tracción en toda la serie. Además, la versión S incorpora control de torque en curvas (TVC), faros antiniebla tanto atrás como adelante, airbags delanteros, frenos ABS con EBD y EBA y asistencia al arranque en pendientes. Muy buenas prestaciones para un modelo base. Las versiones siguientes incorporan airbags laterales de tórax en asientos delanteros (SE) y airbags laterales tipo cortina (SE Plus). La versión Titanium suma un sistema de frenado automático en ciudad (que funciona circulando hasta a 50 km/h). La única contra es una que ya está generalizada: rueda de auxilio temporal, no homogénea, para usar un ratito y cambiarla, incluso en la versión Titanium.
Por sus muy buenas prestaciones mecánicas, sumadas a un gran confort de manejo, accesorios súper completos y una de las más ambiciosas apuestas de seguridad para un auto de fabricación nacional, no es de extrañar que el Focus siga siendo algo así como el “modelo estrella” de la marca del óvalo. El constante esfuerzo de Ford por mantenerlo vigente da sus frutos. Esto no impide lamentar que, por una falla en la política de Ford, la 4ta generación aún no llegue al país. Lo mismo que ocurre con el Fiesta. El Focus apuesta claramente al conductor exigente, ese que busca la excelencia en todos los aspectos de un auto y no solamente en dos o tres. Esta expectativa se cumple en detrimento de la accesibilidad: sin ser de lujo, se ha vuelto un auto relativamente caro. Ahora bien: si lo económico no resultara un problema, no quedan muchos argumentos para no recomendarlo enfáticamente.