Como buen utilitario de carga, el diseño es funcional y el perfil bien cuadrado. Nada para alardear, en principio.
De todas maneras, al ser un diseño relativamente moderno, cuenta con pequeños detalles “amables” que sus rivales como, por ejemplo, las más anticuadas Berlingo y Partner no pueden ofrecer.
Estos se observan en la trompa, con una parilla levemente curvada y un capot con “hombreras”, y también en una línea inferior de las ventanillas marcadamente oblicua que brinda un “feeling” un poco menos predecible.
El motor de la Doblò es un modesto naftero de 1.4 litros de cilindrada, con una potencia de 95 CV y un torque máximo de 127 Nm.
La caja es manual de cinco velocidades y la tracción es delantera.
El motor 1.4 tarda en acelerar de 0 a 100 km/h entre 13 y hasta 16 segundos, dependiendo del volumen de la carga. La velocidad máxima es de unos 160 km/h.
El consumo de combustible es muy lógico para un vehículo que puede llegar a usarse muchas horas por día: 8,1 litros cada 100 km en promedio. Esto se logra por la relación larga de las marchas superiores, que permiten avanzar a 120 km/h a un régimen de motor bastante relajado.
La Doblò combina un andar confortable en ciudad, donde el motor silencioso, la buena insonorización del habitáculo y la suspensiones trasera de doble brazo permiten un confort de marcha más que lógico. La dirección hidráulica facilita las maniobras de un vehículo de por sí más voluminoso que la mayoría.
Las maniobras de estacionamiento son un poco más complicadas; el techo suele tocar las ramas de los árboles y hay que dejar un espacio posterior para poder abrir las puertas batientes traseras.
En la ruta es estable y firme, con alguna previsible sensibilidad a los vientos laterales. Lo único que hay que tener en cuenta es una agilidad limitada a la hora de realizar sobrepasos de camiones. Lo ideal es llevarla a velocidades donde sean muchos más los autos que nos pasen, que aquellos que tengamos que pasar nosotros.
Lamentablemente, la versión Cargo no cuenta con control de estabilidad.
El punto para destacar en cualquier utilitario de estas características.
El confort en la cabina es irreprochable. La postura de manejo es alta, bien de camioneta, pero puede regularse el volante tanto en altura como en profundidad. El asiento del acompañante puede rebatirse hacia adelante para ampliar el espacio de carga.
No hay 2da fila de asientos en esta variante Cargo.
Sobresale, por supuesto, el gran espacio de carga de hasta 3,4 m3 o 3400 litros, al cual se accede mediante una puerta lateral derecha y una puerta trasera vidriada batiente 60/40.
Siendo un utilitario de pura cepa, la Doblò apuesta a un equipamiento de confort de lo más rudimentario.
Aún así, cuenta con las comodidades básicas que más o menos se dan por sentado, como aire acondicionado, cierre centralizado, levantavidrios eléctricos, espejos exteriores de regulación eléctrica y sensores traseros de estacionamiento. Hasta ahí llega la sofisticación del modelo.
Obviamente, quien ande tras lujos bizantinos no debería siquiera posar su vista sobre este texto.
El tablero es similar al de la Fiat Strada. Predomina lo analógico (velocímetro, cuentavueltas, niveles de combustible y temperatura), a lo que se le agrega un display digital algo arcaico para la información de la computadora de a bordo.
La radio cuenta con pantalla digital, reproctor de Mp3, conector USB y Bluetooth.
En coherencia con la filosofía del mínimo común denominador, el paquete de seguridad es más bien espartano, aunque el único faltante realmente clamoroso es… claro, el control de estabilidad.
Por otra parte, sí tiene ABS con EBD, airbags frontales y faros antiniebla delanteros.
Poco puede decirse sobre la Doblò Cargo que no sea fácilmente deducible a partir de su carácter de utilitario.
Es un vehículo de trabajo, que funciona de maravillas para las tareas que le serán requeridas. Brinda movilidad con un amplio espacio de carga y bajo consumo de combustible. ¿Qué más se le podría exigir?
No ostenta mayores lujos, pero la mayoría ni los necesita. Quizás sí se le podría reprochar la falta de ESP. Por lo demás, cuenta con lo necesario.
Cabe esperar que en algún momento vuelva la versión de siete plazas, para competir mano a mano con la Renault Kangoo II o, por qué no, con la Chevrolet Spin. Por ahora, con esta Cargo, para trabajar, alcanza y sobra.