El Mondeo es un sedán de proporciones llamativas y un diseño muy elegante alejado
de grandes estridencias. Siguiendo la tendencia del resto de la línea Ford, el restyling
de 2018 produjo notables cambios estéticos en la parrilla, el paragolpes delantero, las
luces antiniebla, las luces traseras y el soberbio diseño de llantas.
La modalidad Mondeo Híbrido se caracteriza por cromados y otros detalles exteriores
que la distinguen de las variantes mexicanas, aunque en líneas generales es muy
similar.
La forma hexagonal en la parrilla y las ópticas rasgadas son atributos característicos de
los Ford actuales, aunque en este caso se ve muy inspirada en los deportivos de Aston
Martin. En su conjunto la trompa otorga una vibra agresiva pero a la vez bastante
seductora. Algunos detalles de terminación que lo realzan son su parrilla cromada, y el
spoiler sobre el baúl. Se trata de un auto distinguido con un muy leve toque deportivo.
Está equipado con un motor híbrido de configuración Atkinson. El motor naftero que
integra el conjunto híbrido es atmosférico - no tiene turbo - de 2.0 litros de cilindrada.
En conjunto con el motor eléctrico, alcanza una potencia máxima de 187 CV, inferior a
la variante no híbrida.
La caja de cambios es automática CVT y la tracción es simple delantera.
La puesta a punto prioriza el confort de marcha por sobre el rendimiento. Por su
menor potencia acelera algo menos que el Mondeo Ecoboost, que logra los 0 a 100
km/h en apenas 7,2 segundos y alcanza una velocidad máxima de 240 km/h.
La frenada es descomunal, bajando de 100 a 0 km/h en apenas 37,7 metros.
El consumo de combustible promedio rara vez baja de los 6 litros cada 100 km. Exigido,
puede llegar a los 8 litros cada 100 km. Esto lo hace más eficiente que el Mondeo
estándar con motor Ecoboost, pero no son los valores más económicos que pueden
lograrse en un híbrido. Esto se debe al gran tamaño y peso de la carrocería.
El Mondeo está diseñado para viajes largos en ruta en absoluto silencio y confort. Esto
va en detrimento de la fidelidad de sensaciones desde el auto hacia el conductor,
acolchonando los movimientos y disminuyendo el feeling deportivo que proveía la
generación anterior del Mondeo.
La dirección se va adaptando a las condiciones de manejo: liviana a baja velocidad, se
vuelve más directa si se maneja a buen ritmo.
Por su gran tamaño y bajo despeje puede ser un poco incómodo en ciudad, tanto en la
maniobrabilidad como en los toques del carter.
Esta modalidad híbrida incorpora un sistema de insonorización avanzado exclusivo,
logrando una mejora en este aspecto con respecto a las otras versiones del Mondeo.
Las terminaciones, en general, también están más cuidadas, generando un feeling de
exclusividad y una experiencia de viaje distintivas.
La gran distancia entre ejes garantiza confort para cinco pasajeros adultos. Tanto los
asientos delanteros como los traseros tienen un diseño ergodinámico, lo que
representa un gran plus.
La posición de manejo se ve beneficiada por la versatilidad de la butaca del conductor,
que cuenta con múltiples ajustes eléctricos, memorias de posición, y se puede
calefaccionar o refrigerar. Lo que sí, la banqueta es un poco corta. Además, el volante
es doblemente regulable (altura y profundidad).
En las butacas traseras sobra espacio para las piernas y, en la versión Vignale, éstas se
encuentran calefaccionadas. Claramente apunta una experiencia vivida en el asiento
trasero.
Previsiblemente, el baúl es muy espacioso.
Ambas versiones del Mondeo Híbrido están equipadas a nivel premium. Las diferencias
- casi siempre a favor de la versión Vignale - son relativamente mínimas.
Los ítems que incluye la nueva versión Titanium son, entre otros: apertura de puertas y
arranque sin llave, control de velocidad crucero, asientos delanteros calefaccionados,
cámara de estacionamiento trasera, sensor de estacionamiento trasero, encendido
automático de luces, sensor de lluvia, espejos externos rebatibles eléctricamente,
multimedia con pantalla de 8 pulgadas y techo solar eléctrico.
A este completo paquete, el Vignale suma de forma exclusiva funciones como asientos
traseros calefaccionados, asientos delanteros refrigerados, tapizados de cuero
premium y 4 parlantes extra (12 contra los 8 del Titanium).
La versión Titanium, al ser más nueva, incorpora - eso sí - mayor flexibilidad y variedad
en los ajustes de butaca tanto del conductor como del acompañante; en ambas
versiones los ajustes son eléctricos.
El volante cuenta con una enorme cantidad de funciones. Se pueden controlar todos
los comandos de manejo, climáticos y de multimedia prácticamente sin sacar las
manos de la dirección, ya sea con botones como con instrucciones de voz.
Ofrece muchos atajos recomendables para no tener que operar la pantalla central, que
distrae de la conducción si se la quiere operar directamente.
El tablero ofrece una solución innovadora, con velocímetro analógico al centro y dos
pantallas digitales con todo tipo de información a los costados.
En su conjunto, el instrumental es sumamente tecnológico pero algo complicado de
operar.
El sistema multimedia cuenta con pantalla central táctil 8’’ con conectividad USB,
auxiliar, SD, RCA y conector 12 voltios. ¡Ah! Y un enchufe de 110 voltios en plazas
traseras, que permite cargar el celular directamente, sin adaptador. La versión Vignale
tiene 12 parlantes, mientras que la versión Titanium tiene 8.
Como corresponde a un auto de esta gama, la tecnología de seguridad es impecable.
Cuenta con control de estabilidad, control de tracción, control de torque en curvas,
asistencia de arranque en pendiente, alerta de presión en neumáticos, ganchos isofix,
y 8 airbags.
Además, cuenta con funciones de seguridad activa tales como asistente pre-colisión
con detección de peatones, encendido automático de luces altas, alerta de cambio de
carril con corrección automática y alarma de fatiga.
La Version Vignale ofrece un paquete más completo que agrega control de crucero
adaptativo, información de punto ciego y tráfico cruzado y estacionamiento asistido.
La mala noticia es que incluye kit de reparación en vez rueda de auxilio, temporal o no.
Tal como está planteado, el Mondeo supone una excelente alternativa a los top3
alemanes de alta gama, solo que con un precio inferior. Allí radica su principal
atractivo.
Es un vehículo de nicho concebido como auto ejecutivo más que familiar. La eficiencia
del motor híbrido diferencia a esta modalidad de los Mondeos SEL y Titanium, aunque
no termina de consolidarse como una ventaja contundente.
Más allá de que quizás pierda en los detalles, la prestación general en cuanto a
motorización, confort interior, tecnología de seguridad y equipamiento son los de un
auto premium que no tiene tanto que envidiarle a un Mercedes o a un BMW.
En este sentido, es ideal si soñás con una experiencia de conducción premium pero no
te alcanza el dinero – o no te animás – al gran gasto que representa comprar un sedán
de primera línea. Con esa expectativa, con el Mondeo no hay decepción posible.
Resta saber si esta competitividad teórica se consolida en un buen rendimiento de
ventas sostenido en el tiempo, algo que el Mondeo hasta ahora nunca logró en
nuestro mercado, aún siendo el líder de su segmento.